Mientras el pasado martes unos agentes medioambientales realizaban un seguimiento de esta especie en serio peligro, encontraron el cadaver de una hembra en el interior de un depósito de agua, donde todos los indicios apuntan a que se ahogó de manera accidental.
Siguiendo los protocolos establecidos, el cadáver fue enviado al centro de El Chaparrillo de Ciudad Real, para que los veterinarios realicen la necropsia que aclare definitivamente las causas de la muerte del felino.
El proyecto de reintroducción de los linces en Castilla la Mancha comenzó en Julio de 2014, habiéndose liberado desde entonces un total de 31 ejemplares entre los Montes de Toledo y la zona oriental de Sierra Morena.
Pero por desgracia no todos han sobrevivido, ya que desde entonces han muerto nueve linces por diversas causas, principalmente atropellos, y un accidente de caza.