Situado en una gran finca de las provincias de Ciudad Real y Toledo, el Parque Nacional de Cabañeros es uno de los 14 parques nacionales que existen en España. Con una extensión de unas quince mil hectáreas (150 km2), es también Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
El parque es un auténtico refugio de venados, jabalís, corzos y de una de las más importantes colonias de buitre negro que existen en Europa. Es también refugio de las amenazadas águilas perdiceras y del búho real. Avistarlos no resulta complicado si lo hacemos con un guía, cuya compañía es obligada al tratarse de una zona protegida.
Sin embargo, el circuito se puede realizar de múltiples maneras: caminando por las sendas, en 4×4 e incluso alquilando un kayak para navegar por las tranquilas aguas del embalse del río Bullaque. En Los Cabozos nos espera un híbrido de encina y alcornoque que mide 18 metros.
Antes, en Pueblo Nuevo del Bullaque, se encuentra la Casa Palillos, un antiguo granero convertido hoy en un museo que se centra en los valores naturales de Cabañeros. Es además el punto de partida de las visitas guiadas.
Después de disfrutar del Parque de Cabañeros, vale la pena dar una vuelta por los pueblos que lo rodean. Estos pueblos guardan curiosidades como el híbrido de encina y alcornoque que encontramos en Los Cabozos, a dos kilómetros de Santa Quiteria. Mide 18 metros y es famoso por sus propiedades curativas.
En este punto recorremos caminos que, en su día, pisaron los caballeros templarios. Cruzando ya a la provincia de Toledo es visita obligada, a su vez, el Castillo de Montalbán y la Iglesia de Santa María de Melque. Ambos edificios, especialmente el castillo, se relacionan con estos caballeros del siglo XI, aunque toda la zona ya era conocida por los visigodos y los romanos. Estos últimos tenían minas y lavaderos de mineral en estas tierras.