Esta pequeña ermita es sin duda uno de los edificios más queridos por los vecinos de Navahermosa, y en donde anualmente celebran una afamada romería.
Cuentan los lugareños de mas edad que hace varios siglos, durante una larga sequía, los vecinos de Navahermosa y Hontanar sacaron a procesionar a la Virgen de cada población, y cuando se juntaron ambas en el paraje llamado de la Milagra, el cielo se nubló de repente y comenzó una abundante lluvia que puso fin a una larga época de hambre y penurias. Desde entonces por este motivo se celebra la fiesta grande de Navahermosa.
Por eso cada tercer domingo de mayo las inmediaciones de la ermita de la Milagra se llenan de navahermoseños y visitantes que acuden en procesión, con su Virgen, al encuentro de la Virgen del Rosario de Hontanar, que se reunirán de nuevo en la explanada donde serán ovacionadas por los feligreses, renovando esta ancestral tradición.
Pero este paraje cautivará sin duda también a los no creyentes, ya que en él se puede disfrutar de un bello paisaje en un tranquilo y calmado entorno.